La mujer siempre se ha visto como alguien inferior al hombre, y aunque podemos decir que este sentimiento o esta forma de pensar han disminuido notablemente con el paso del tiempo, en ciertos casos sigue dándose de forma habitual.
Hasta finales del siglo XIX, la inferioridad de la mujer se veía como algo con lo que se debía convivir sin más, algo habitual y a lo que todas estaban acostumbradas. Podemos decir que no luchaban por su propio derecho: La igualdad.
Pero fue entonces cuando en EEUU y Gran Bretaña, un grupo de mujeres de clase media de ideas próximas al liberalismo, decidieron salir a la calle y manifestarse para conseguir el sufragio feminista, por el cual consiguieron poder votar de igual manera que lo hacían los hombres.
Los principales objetivos del movimiento feminista fueron el derecho al voto, la mejora de la educación, especialmente en el acceso a niveles universitarios, la capacitación profesional y la apertura de nuevos horizontes laborales, en los cuales pudiesen desarrollar trabajos que antes sólo les estaban permitidos a los hombres, sin olvidarnos de la igualdad en el salario laboral, que no era igual para ambos sexos, y quizás sea una cosa que hoy en día no consigamos entender. ¿Cómo una mujer, realizando exactamente el mismo trabajo que un hombre, tan sólo por el hecho de ser eso, mujer, puede ser tratada de forma inferior?
A día de hoy, obviamente podemos comprobar que la sociedad ha cambiado notablemente, pero aún así, hay ciertas situaciones o ciertas tareas que por “costumbre”, durante toda la historia han sido asignadas a la mujer, y he de decir que en mi opinión, y por desgracia, no sé si algún día cambiarán.
Es muy fácil, tan sólo tienes que preguntarte quién hace al menos el 85 % de las tareas de tu casa.
Quizás, mirando un tiempo atrás, los hombres eran los que solían trabajar y la mujer se dedicaba a las tareas domésticas, y eso no me parece mal en absoluto, ya que podemos decir que cada uno desempeña un trabajo. Ahora bien, actualmente, en la mayor parte de los casos ambos trabajan… Las cosas han cambiado pero… ¿por qué la tarea doméstica no lo ha hecho también?
Aún así desde mi punto de mi vista, esa es la mayor diferencia que veo, cada vez más los hombres dejan de sentir ese sentimiento de superioridad frente a la mujer, y si se hubiese respetado siempre el principio de igualdad, no existirían muchos de los momentos, revoluciones o desastres que a día de hoy oímos o estudiamos.
Creo que no somos del todo conscientes de que para estar en la situación en la que está la mujer ahora, muchas otras han dado la vida.
muy bien Celia, como siempre
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